
La clase está por terminar, todos nos formamos para cerrar con el saludo. Mi mamá llegó temprano por mi, eso es un milagro. Podré ver el nuevo capítulo de pokemon.
Cuando parece que todo esta por terminar, empieza a hablar y hablar el maestro. Uno de sus típicos discursos, pero ahora dice algo que no entiendo. Habla sobre un torneo, ¿un torneo? Parece que quiere que vayan algunos niños.
Por suerte, nunca estoy incluido entre ellos. ¿Pensará que soy una vergüenza para el taekwondo? No me importa, mientras eso me permita no ir a los torneos, puede pensar lo que quiera. Cuando empieza a mencionar los niños que podemos ir…
Me menciona a mi. ¡Oh, my god! ¿What’s the problem with this guy?
Debe de haber un error, ¿será por mi cinta? ¿Por qué me eligió? ¿Por qué yo? Yo solo quiero ver pokemon.
Bueno, hay que mantener la calma. Además, si no me apuro ahora me pierdo un pedazo de la caricatura… tengo que apurarme.
Termina el discurso, gritamos: ¡somoooooos loooos mejooooooooreeeeeeees!
Y bueno, en el taekwondo tenemos esta manera tan lenta de despedirnos. Uno por uno del maestro, ¿no le puedo gritar simplemente? Adioooos, au revoir!
No, tengo que ir y darle la mano. No solo ir, esperar a que los de mayor grado le den la mano y que me toque a mi.
Lo consigo.
Ahora, todo es una carrera, ponerme los tenis, olvido los calcetines como siempre. No se cuantos habré perdido en la clase.
Aunque me avergüence mucho, le daré un beso a mi madre porque se que acelerará las cosas. No se detendrá a decirme: mi beso. Eso me dará valiosos segundos.
Mi madre, hace una pequeña mención sobre el torneo… Que atenta esta, hoy que le tocaba llegar tarde por mi. Se le ocurre llegar a la hora, justo hoy. Justo hoy, el día del discurso sobre el torneo. ¿No tenía muchas cosas que hacer? ¿No iba a ir a pagar la luz?
Le contesto cualquier cosa, no estoy de humor para hablar de torneos.
Afortunadamente no se encuentra con ninguna otra madre de camino a la camioneta, parece que mis compañeros también quieren ver pokemon y apuraron a sus madres. O esas madres si tienen algo que hacer y no llegan temprano por nosotros.
Nos tocan muchos semaforos en rojo, de por sí, por culpa del taekwondo no puedo llegar a tiempo a ver pokemon. Y encima por culpa de estos semaforos no veré medio capítulo.
Mi mamá empieza a hablar con Claudia la vecina. Asegurando que voy a ir al mentado torneo, parece que no habrá escapatoria. Estoy condenado.
Después le contará a mi padre y vendrá una larga e incomoda conversación con él. El es tan fuerte y quiere que yo sea como él, el tuvo toda esa experiencia como boxeador, pero a mi me da miedo eso de los golpes.
Podcast: Play in new window | Download
Deja un comentario