
-¿Qué tal señora, cómo está? ¿Cómo qué Juanito no quiere ir al torneo? ¿Desde cuándo salió con eso? Si estaba muy interesado, claro. Al final de la clase platico con él, por supuesto, sin que él se de cuenta que hablamos.
Termina la clase y el profesor llama a Juanito
-Juan, ven un momento. Tenemos qué hablar. ¿Estás listo para el torneo?
Juanito esquiva la mirada del profesor, voltea hacia otro lado. Tiene miedo, sabe de las reacciones de su maestro, lleva tiempo suficientemente entrenando para conocerlo, no quiere que lo exhiba delante de todos.
-¿Qué pasa Juan? Dímelo ahora, soy todo atención, quiero platicar contigo en buena onda.
Juanito no sabe que hacer, si le dice al maestro que no quiere ir al torneo se va a armar grande, por otro lado, si no le dice nada tendrá que ir al torneo. El maestro presiona.
-Vamos Juan, te escucho.
– Juan, como te voy a ayudar si no dices nada hijo, al que no habla Dios no lo oye. Hemos estado entrenando muy duro para ir todos al torneo, todos tus compañeros irán. Es injusto que todos lo hagan y tú no, se preguntarán: ¿De qué privilegios goza Juan? ¿Crees qué eres el único al que le da miedo? Tienes que superar ese miedo que tienes al combate, ¿qué no quieres ir a las olimpiadas? ¿Tú crees que los grandes campeones decían que no querían ir a los torneos? Al contrario, los campeones buscan los torneos.
-¿Tienes miedo? ¿Si no tienes miedo entonces por qué no quieres ir?
-¿Cómo qué no sabes? ¿Entonces a quien le pregunto? ¿Le pregunto a tu mamá si Juan quiere ir al torneo? Ah no ¿verdad? ¿Entonces a quién le pregunto? ¿A tu papá? ¿A tus amigos? No verdad, Juan es el que sabe si quiere ir. Así que dime ¿Por qué no quieres ir al torneo? ¿Tienes miedo?
– El miedo es algo normal, no pasa nada. Lo único, es que tienes que vencerlo. Hay cosas que nos dan miedo a todos, y tenemos que ir y enfrentarlas. No podemos ir por la vida huyendo de lo que nos da miedo. ¿Cómo que quieres competir solo en formas? No Juan, no Juan, no Juan. Eso sí que no Juan, eso… eso no sería enfrentar tus miedos. Juan las formas es como… es el calentamiento para el combate, o sea si le entras a combate, ta bien que hagas formas. pero ¿puras formas? No vas a enfrentar así a tus miedos Juan, ¿Cómo que puras formas? ¿Cuántos de tus compañeros ves que hacen aquí puras formas? Mira Juan, te voy a decir algo. O sea, las formas están bien, hacemos taekwondo y eso… y formas, pero, las formas, la verdad Juan, es como ballet. ¿Tú quieres ser una bailarina ballet? ¿Verdad qué no? Entonces no, cómo formas. No te vas a aprender a defender haciendo formas. Tienes que competir en las dos cosas Juan, pa qué vas por una medalla si puedes ir por dos.
-¿Te da miedo que te den patadas en la cabeza? Bueno, ya admitiste algo, eso es bueno. Ok, mira Juan, tú eres el que debe de patear al casco, no preocuparte si te van a pegar. El otro niño es el que debe de estar preocupado de Juan, no al revés.
-¿Entonces, vas al torneo? ¿Cómo qué no? ¿Por qué no? Ya te dije qué tu vas a ser el que patee al casco, ¿por qué estas preocupado? Lo qué tienes, más que preocuparte, es ocuparte. Es entrenar más duro, echarle ganas aquí al combate. Tú podrías superar a tus compañeros, pero te tienes que quitar ese miedo.
-Entonces, ¿si vas al torneo d? ¿No entendiste verdad? ¿Cómo qué no? Es que quiero que te des cuenta de lo que eres capaz, si no vas, nunca lo sabrás. Te quedarás todo el tiempo pensando ¿ay, y si hubiera ido al torneo aquella vez? Imagínate que veas a tus compañeros en la televisión y digas: yo entrenaba con ese y con ese que fueron a las Olimpiadas pero no quise ir a ese torneo.
-Entonces ¿vas al torneo? Se acabó, lo siento Juan, ya no es una pregunta. Vas a ir al torneo, no me importa, es obligatorio. Todos van a ir, y pase lo que pase vas a hacer combate, ya me tienes harto.Aquí no entreno a la gente para que evada sus responsabilidades, lo siento Juan. Ahora tendrás que manejar eso. Te ahorro una decisión, vas a ir al torneo. Te toca a ti el cómo lo vas a enfrentar. ¿Escondiéndote o preparándote para hacerlo lo mejor posible?
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